jueves, 4 de noviembre de 2021

PALABRAS DE DESPEDIDA A LA MAESTRA "AZUCENA MATILDE ROSAS MOYA" (Q.E.P.D)

                                   Majerfy Solís, Antolín del Campo 02 de noviembre de 2021
     
        Siendo mujer de teatro, debo expresar que después de la partida física de éste ser querido al espacio espiritual, que difícil es decir: "La función debe continuar". Con los sentimientos a flor de piel, y el alma desgarrada nos encontramos aquí para despedir y acudir a la siembra de quien en vida fuera la Maestra Azucena Matilde Rosas Moya, conocida cariñosamente por sus familiares y allegados "Yusi", y por sus aquerenciados estudiantes del teatro, muchachones y muchachonas "mamá gallina". 

         Extendemos abrazos de fortaleza a su hija Rosa, hermanas, hermanos y demás familiares; el cielo sin duda vistió su mejor escenario con hermosos colores para recibir con infinitos aplausos a nuestra entrañable Maestra. Presidenta de la Fundación Artística "Sobretablas"(FAS), propulsora de la formación teatral-cultural de niños, jóvenes y adultos del estado Nueva Esparta, actriz, productora y directora teatral.

         Cómo siempre consecuente, disciplinada y orgullosa hija adoptiva de Rosas Moya en el quehacer teatral, quien siempre alegaba: a mí solo me falto parirla, cumplo con el deber de nombrar a los estudiantes, compañeros, amigos y hermanos que fueron acogido en su seno artístico protector como mentora, desde el período (2009-2019) en los programas de formación artístico-cultural pertenecientes a la Escuela de Artes Escénicas "Angelita Salazar Larez", en la sede Teatro "Santa Lucía", son ellos; Natacha Acosta, Sara Marcano, Luisángela Bravo, Michelle Marcano, Ángel Tousein, Miguel Ángel, Wilfredo Mathías Velásquez, Gabriela Tenías, Ayarith Latan, Floranny Gil, Anthonielys Hernández, Jhonny Ferrer, Gerardo Rojas, Desiree Veliz, Waikiria Latan, Ana Virginia Gutiérrez, Cynthia Matos y Majerfy Solís. 

          No podemos dejar de mencionar esos montajes itinerantes que dirigió desde la complicidad e integración de los actores, el personaje y el espectador; a saber: Historias para ser contadas, de Oswaldo Dragún, Un pícaro andariego (adaptación de la obra Arlequín y la Doncella, de Igor Martínez), Este mundo circo, de Mariela Romero, Las Tijeras, de Paul Williams, y el favorito de la casa con más de 50 funciones, Juan Ñerito y las siete monedas (adaptación de la obra Las siete monedas, también de Igor Martínez). 

        Quiero hablarles de la Profa. Azucena, a quien conocí seguramente poco, pero quiero hablarles de esa docente ejemplar del área teatral y de la vida, no tendríamos suficientes hojas y tinta para describir los atributos de esta bella flor, perteneciente a la tierra antolinense, mujer entregada a sus ideales, humilde, inteligente, amorosa, perseverante, paciente, respetuosa y siempre motivadora. 

        Cariñosamente recordada entre sus estudiantes por su famoso "caramba, caramba, caramba", cada vez que un hijo del teatro desaparecía alguna que otra temporada y luego volvía. Además del caramba los recibía diciendo: "un buen hijo siempre regresa a su casa" acompañado de un inmenso y añorado abrazo; por ello y su anhelante forma de protegernos, orientarnos y querernos es considerada entre quienes compartimos la escena y los placeres que nos otorga la amistad y hermandad que nacen en el lazo fortuito del teatro, nuestra Madre de Las Tablas. 

         Mis palabras se quedan cortas con todo lo que significó esta valerosa maestra para nosotros como discentes y para mí como fiel compañera de viaje y proyectos culturales, el honor que merece no permite que la despidamos con ausencia de color, sino más bien debemos honrarla con un recorrido lleno de armónicos colores teatrales hasta su siembra. Porque ella no fue, ella es luz, color y amor. ¡Mil aplausos para ti Maestra!

No hay comentarios.:

Publicar un comentario