jueves, 4 de noviembre de 2021

PALABRAS DE DESPEDIDA A LA MAESTRA "AZUCENA MATILDE ROSAS MOYA" (Q.E.P.D)

                                   Majerfy Solís, Antolín del Campo 02 de noviembre de 2021
     
        Siendo mujer de teatro, debo expresar que después de la partida física de éste ser querido al espacio espiritual, que difícil es decir: "La función debe continuar". Con los sentimientos a flor de piel, y el alma desgarrada nos encontramos aquí para despedir y acudir a la siembra de quien en vida fuera la Maestra Azucena Matilde Rosas Moya, conocida cariñosamente por sus familiares y allegados "Yusi", y por sus aquerenciados estudiantes del teatro, muchachones y muchachonas "mamá gallina". 

         Extendemos abrazos de fortaleza a su hija Rosa, hermanas, hermanos y demás familiares; el cielo sin duda vistió su mejor escenario con hermosos colores para recibir con infinitos aplausos a nuestra entrañable Maestra. Presidenta de la Fundación Artística "Sobretablas"(FAS), propulsora de la formación teatral-cultural de niños, jóvenes y adultos del estado Nueva Esparta, actriz, productora y directora teatral.

         Cómo siempre consecuente, disciplinada y orgullosa hija adoptiva de Rosas Moya en el quehacer teatral, quien siempre alegaba: a mí solo me falto parirla, cumplo con el deber de nombrar a los estudiantes, compañeros, amigos y hermanos que fueron acogido en su seno artístico protector como mentora, desde el período (2009-2019) en los programas de formación artístico-cultural pertenecientes a la Escuela de Artes Escénicas "Angelita Salazar Larez", en la sede Teatro "Santa Lucía", son ellos; Natacha Acosta, Sara Marcano, Luisángela Bravo, Michelle Marcano, Ángel Tousein, Miguel Ángel, Wilfredo Mathías Velásquez, Gabriela Tenías, Ayarith Latan, Floranny Gil, Anthonielys Hernández, Jhonny Ferrer, Gerardo Rojas, Desiree Veliz, Waikiria Latan, Ana Virginia Gutiérrez, Cynthia Matos y Majerfy Solís. 

          No podemos dejar de mencionar esos montajes itinerantes que dirigió desde la complicidad e integración de los actores, el personaje y el espectador; a saber: Historias para ser contadas, de Oswaldo Dragún, Un pícaro andariego (adaptación de la obra Arlequín y la Doncella, de Igor Martínez), Este mundo circo, de Mariela Romero, Las Tijeras, de Paul Williams, y el favorito de la casa con más de 50 funciones, Juan Ñerito y las siete monedas (adaptación de la obra Las siete monedas, también de Igor Martínez). 

        Quiero hablarles de la Profa. Azucena, a quien conocí seguramente poco, pero quiero hablarles de esa docente ejemplar del área teatral y de la vida, no tendríamos suficientes hojas y tinta para describir los atributos de esta bella flor, perteneciente a la tierra antolinense, mujer entregada a sus ideales, humilde, inteligente, amorosa, perseverante, paciente, respetuosa y siempre motivadora. 

        Cariñosamente recordada entre sus estudiantes por su famoso "caramba, caramba, caramba", cada vez que un hijo del teatro desaparecía alguna que otra temporada y luego volvía. Además del caramba los recibía diciendo: "un buen hijo siempre regresa a su casa" acompañado de un inmenso y añorado abrazo; por ello y su anhelante forma de protegernos, orientarnos y querernos es considerada entre quienes compartimos la escena y los placeres que nos otorga la amistad y hermandad que nacen en el lazo fortuito del teatro, nuestra Madre de Las Tablas. 

         Mis palabras se quedan cortas con todo lo que significó esta valerosa maestra para nosotros como discentes y para mí como fiel compañera de viaje y proyectos culturales, el honor que merece no permite que la despidamos con ausencia de color, sino más bien debemos honrarla con un recorrido lleno de armónicos colores teatrales hasta su siembra. Porque ella no fue, ella es luz, color y amor. ¡Mil aplausos para ti Maestra!

viernes, 6 de agosto de 2021

"Buenaventura Chatarra" Montaje de Egreso de la Escuela Nacional de Artes Escénicas "César Rengifo" ENAECR 2020-2021

 Crítica Teatral  



     La Escuela Nacional de Artes Escénicas "César Rengifo" ENAECR (Caracas) el día de ayer jueves 05 de agosto a las 2:00pm en su Sala Esther Bustamante realizó la penúltima presentación del Montaje de Egreso 2020-2021 de los estudiantes del 3er año, con la Obra Teatral "Buenaventura Chatarra" original del destacado y polifacético venezolano César Rengifo y dirigida por el Profesor Paúl Salazar Rivas.

    Jacinto Buenaventura representa la honradez, los valores y la moral del país, es un hombre de edad avanzada en busca de un nuevo empleo tras el suicidio de su antiguo jefe, pero la realidad y el desconocimiento sociocultural que lo atrapa lleva su vida a la tragedia.

     El montaje dirigido por Rivas se baso en recoger el espíritu de Rengifo, adaptando una parte del discurso a la actualidad,  se pudo vislumbrar la crítica de los sistemas socio-politicos encerrados en círculos viciosos, que el ser humano considera común e innecesario de descentralizar, por apatía,  indolencia o conformidad. 

     El trabajo dramaturgístico de Rengifo, posee un componente secuencial de las acciones presente-pasado y pasado-presente, donde el Flash-back se convierte en el punto clave para el análisis transversal de la lectura, sin embargo ese juego de tiempo y espacio a veces para llevarlo a escena es el elemento que lo denota complejo, existiendo directores que no logran transmitirlo.

     Pero este no es el caso del montaje "Buenaventura Chatarra" producido por el ENAECR, desde el principio pudieron manejar muy bien los Flash-back, exaltando en las escenas el arduo trabajo artístico-actoral emprendido por los discentes Gerr Rojas, Dinorka Machado, Verónica Meneses, Oriana Fernández,  Orlando Silva, Miguel Ángel Treccia, Jahir Morillo, y Javier Gonzalez quienes en su mayoria le toco más de dos interpretaciones, transmitiendo a los espectadores una limpieza escenica en el desdoblaje de 42 personajes en total y permitiendo el cambio de tiempo con la ayuda de la musicalización y efectos de sonido en vivo a cargo de la cantante Adriana Treccia, engalanando la escena con su dulce voz.

   Desde la Academia de Teatro "Solís" (Isla de Margarita, estado Nueva Esparta) nos sentimos agradecidos por ser parte del público presente que acudió a la cita de está penúltima presentación en la Ciudad de Caracas, felicitamos a todos los gestores culturales involucrados en la pieza escénica "Buenaventura Chatarra". ¡Que viva el teatro venezolano!

Academia de Teatro "Solís"/ sede Isla de Margarita, estado Nueva Esparta/ Majerfy Solis /06-08-2021
    

jueves, 9 de enero de 2020

Un Huracán nacido en Paraguachoa

     Llegando a El Valle de Pedro González, municipio Gómez del estado Nueva Esparta, en Paraguachoa, te consigues con una gran cruz sembrada en el centro de la vía principal, cerca de ella está el busto de José Ramón Villarroel y la casa de la esquina es donde su familia vive y se encuentra cada 31 de mayo para celebrar el nacimiento de este importante músico venezolano.

Cuentan que José Ramón era un hombre simpático, buenmozo y con una grandiosa picardía para improvisar el canto margariteño. Los músicos y galeronistas del estado siempre se refieren con cariño y admiración hacia él.

Para la celebración de su nacimiento, su familia organiza un velorio de cruz de mayo que ocurre en plena calle, allí participan sus hijos, decimistas de todo el oriente venezolano, músicos de destacada trayectoria como el maestro Alberto Valderrama Patiño con su agrupación y el pueblo de Pedro González.

José Ramón tenía una escuela de galerón, allí en su casa enseñaba a niños y jóvenes a armar décimas y a cantar la música margariteña con orgullo y amor por esta tierra. Villarroel también tocaba el cuatro y compuso unas cuantas canciones como “Estribillo”, “La Gaga”, “Enredo Familiar” o “Tengo un Hijo que es mi Tío”, entre otras, pero la mas conocida de todas es “María Antonia” popularizada por el cantor Gualberto Ibarreto. Se destacó cantando junto a Francisco Mata, Chelias Villarroel y muchos galeronistas neo espartanos como Luis Antonio Rodríguez y Jesús “Pollo” Bellorín.

Dos de sus hijos están siempre presentes en los mas importantes velorios de cruz y festivales de galerón del estado durante el mes de mayo: José Ramón (Monguito) y Maximiliano Villarroel; ambos hablan de su padre llenos de amor y admiración, cuentan que el cantor participaba en Festivales en todo el oriente del país y también lo invitaban a los que se realizaban en las islas del Caribe; “a mi padre nadie lo superaba”- nos cuenta Monguito- “mi padre era el mejor” insiste. Dicen que tenía una chispa para improvisar décimas llenas humor, precisión y poesía, acompañadas por una hermosa voz que no ha vuelto a verse por la región. Por ello, en un festival de galerón realizado en el estado Bolívar se ganó el apodo de “El Huracán del Caribe”.

Yolanda Pérez Mendoza
Paraguachoa- Isla de Margarita
Enero 2020
PNFA Artes y Culturas del Sur
UNEARTE

La risa en Los Locos y Locainas de La Vela

     La Vela de Coro, primer puerto de Venezuela fundado en 1528 con la llegada de los europeos a estas tierras, también puerto de desembarco de Sebastián Francisco de Miranda el 03 de agosto de 1806 con la primera bandera que ondeo en el proceso de independencia.
La Vela de Coro decretada el 9 de diciembre de 1993 Patrimonio Cultural de la Humanidad, allí donde se funde lo español con lo holandés, se genera una de las manifestaciones más importantes del país, se trata de Los Locos de La Vela o Las Locainas, donde se conjuga el paganismo con la religiosidad del viejo continente, tomando como pretexto el día de Los Santos Inocentes en honor a los niños mandados a asesinar por Herodes.

Estas prácticas forman parte de la fusión cultural entre los pueblos originarios, el español y el africano en condición de esclavos; se conjuga lo pagano con la religión y la historia, en ese universo de creencias y celebraciones surge lo tragicómico como manera de burla de los humillados y desposeídos contra los ricos y todo lo que signifique poder.

Los Locos se convierten en un valor social determinado, en un proceso determinado de reflexión, sujetos capaces de interpretar ese pasado colonial que trasciende la conciencia de dignificación, libertad de expresarse en los avatares del reconocimiento del "Otro" en ese diálogo de convivencia y dignidad entre la risa y la locura herencia de allende los mares.
La risa, elemento cohesionador en la manifestación de Los Locos de La Vela de Coro, supone dos tipos: una considerada buena, muy feliz relacionada con el placer; otra burlona, estridente. La primera es donde el rico se burla del pobre, del oprimido, su origen histórico está en los pueblos hebreos y griegos, en segundo plano es la atribuida al hombre carente de derechos a los desposeídos, a los locos.

El antiguo testamento marca distancia entre ellas: "la palabra 'sakhaq' que significa 'risa feliz' y  'iaag' que hacía referencia a la 'risa burlona', denigrante". Camacho, Martín (2003); de igual manera dice: "La forma más terrible y obscena de romper el silencio es la risa...la risa es gravísima violación"
San Benito decía que "la risa es contrapuesta a la humildad". 
San Juan Crisóstomo decía que: "Cristo nunca había reído...no se ríe porque no es humano. La risa lo hubiese convertido en humano".
San Benito excluyó la risa de sus reglas.
San Basilio prohibió de modo terminante la risa, pues ésta era propia de los condenados.
En cuanto a los locos decía San Benito: "la risa es un placer que produce dolor intercede sólo a los locos".
La fiesta de los locos, fiestas paganas, surgen entre navidad y año nuevo, emparentadas con la de Los Santos Inocentes el día 28 de diciembre.
Los Locos son ese espacio entre lo inoportuno y lo inconciente en el siglo xv. Se decía que estaban "entre los falsos reflejos del saber, en pleno centro de la sinrazón", Mindans.
Dijo Michel Foucalt sobre la obra del renacimiento "Nef Des Fous" (La Nave de los Locos) del Bosco: "extraño barco ebrio que navega por los ríos tranquilos de Renania y los canales flamencos".
Platón sostenía que "la risa es un placer que produce dolor, interviene sólo a los locos".
En la manifestación de Los Locos de La Vela, tenemos como personaje principal a la Mojiganga, personaje que va de la teatralidad a la fiesta, asi como la burla creando risas y confusión en los espectadores es una figura vestida de negro, con sombrero, sobre una mula. Se encarga de repartir las invitaciones el 27 de diciembre  a las familias que visitarán el día siguiente.
Otro personaje es el correo aparece el 28 de diciembre, al sonar el primer cohete, anuncia las cercanías de las fiestas y las familias que visitarán.
Con el segundo cohete llega la desenfrenada de Los Locos, comienza la celebración con una misa.
La vestimenta original formada por trajes de mamarrachos, con un cucurucho y una máscara, pantalones con cascabeles en los ruedos, alpargatas adornadas que conforman a decir de mi amigo Adonis Polanco "la valija diplomática" que representa el acervo cultural de la región.

Esta es la manifestación más importante de la región falconiana, data de 1727  aproximadamente aunque no hay certeza, pero es cierto que inicia en los pueblos de origen Caquetío, símbolos de la resistencia. 

La locura de la danza se apodera de las calles al ritmo del cuatro y el tambor veleño como forma del descontento y rechazo hacia el poder ejercido por la Iglesia y los amos de ayer y hoy.

Igor Pagés
Paraguachoa - Isla de Margarita, diciembre de 2019.
PNFA Artes y Culturas del Sur. UNEARTE

MITOLOGÍA Y LEYENDAS GUAIQUERÍ

    Cuando recurrimos a mostrar una pequeña parte de nuestra cultura ancestral, ponemos de relieve nuestra esencia amerindia a la que la modernidad ha tratado de sepultar, pero que nosotros debemos tratar de evitar que ese objetivo se concrete. Este trabajo resulta de una consulta a los aportes de José Joaquín Salazar Franco y de Jesús Manuel Subero, quienes a su vez recurrieron a la oralidad de los viejos pobladores margariteños. 

MITOLOGÍA GUAIQUERÍ
1.- ORIGEN DE LOS GUAIQUERÍ: 
     Los Guaiquerí CONTABAN que ellos provienen del cruce  entre los Guaicos y los Caribes, es decir que son producto del entreveramiento de esas dos razas durante muchísimos años en la isla de Margarita. Heredaron de los Guaicos (hijos del padre  Sol y la madre Luna) la bondad y lo aventurero de los Caribes.
    Los primeros Guaicos cayeron del cielo traídos por el viento en forma de gotas sobre el mar y más tarde se vinieron a las costas de la isla. 
      “Los primeros pobladores de Margarita fueron los Gueicos o Guaicos, gente muy buena, noble y trabajadora, y que a sus princesas o guarichas las llamaban Guaicoras. Que una vez una Guaicora virgen se empreñó sin haber tenido contacto con varón de este mundo. Que cuando se lo comunicó a sus familiares todos dudaron de lo que estaba diciendo y la sometieron a escarnios y a privaciones y la amenazaron con quemarla viva. Que ante sus lágrimas y sus súplicas suspendieron la pena y reunieron las juntas de ancianos y de ancianas y estas empezaron a comunicarse con el padre Sol y con la madre Luna, hasta que por medio del mensajero Viento tuvieron la revelación de que estaba preñada de Mandinga, el más malo de los siete diablos, amo de ruido y creador de las tinieblas.”
      “Que siguiendo el mandato de sus Dioses, esperaron las nueve Lunas que ordena la preñez y al término de ellas, en una mañana de truenos y relámpagos vieron presentarse el parto. Que la pobre Guaicora parió un monstruo nunca visto por ojos de gentes y que por su causa entregó su alma al más allá. Que todos los que tenían uso de razón contribuyeron con una "estilla" para quemar el monstruo y santificar la
Isla.”
         “Que cuando ya estaba bien quemadito y carne y leña formaban una sola ceniza, se presentó a distancia un enorme remolino, de los llamados mandinga, el cual, vino dando vueltas y vueltas y más vueltas y requetevueltas hasta caer sobre la ceniza que levantó por lo más altísimos elementos hasta que ojos humanos dejaron de mirarlas, estas cenizas cayeron en forma de indios Caribes. Que estos Guaiqueríes heredaron lo bueno de los Guaicos y lo aventurero de los Caribes, dominaron la Isla y se regaron por muchas partes de la Costafirme.”

2.- ORIGEN DE LA LOZA.
     Los primeros pobladores carecían de ollas para cocinar, ellos le pedían a sus dioses que les dotara de ellas y le ofrecieron el sacrificio de una doncella a la que obligaron para tales fines. Esta doncella soñó a través de una revelación que los pobladores debían seguir el ejemplo del yare que fabrica sus nidos con barro. Hicieron varias pruebas con el barro para hacer sus cazuelas pero no funcionaba  hasta que la doncella soñó de nuevo y les reveló que ellos debían colocar las cazuelas al fuego y de esta manera lograron su objetivo y la doncella se salvó de una muerte segura.

4.- ORIGEN DE LOS MAPIRES.
      Arimacoa era una india ensoñadora, de la noche se convirtió en la madre de la destreza. Ella enseñó a los suyos a entrelazar los gajos de la palma de Carana tierna que nace al pie de los cerros y  cortada en menguante. Para elaborar los mapires en El Valle de Pedrogonzález era necesario contar con las habilidades con las que la madre naturaleza dotó a esta india.

5.- LEYENDAS GUAIQUERÍ
      Las leyendas más conocidas por los margariteños son la Chinigua, los Chinamitos, los duendes, los chimichimitos. Además existe una gran cantidad de leyendas sobre aparecidos con características  fantásticas  de una gran diversidad en cada pueblo de la isla, en todas ellas prevalece el motivo de inculcar a la población que ante la violación de las normas de convivencia existe, entonces un castigo que consiste en aparecer figuras extraordinarias que producen en la víctima una situación de pánico.         
     De todas las leyendas conocidas quiero referirme especialmente al Tirano Aguirre motivado a que esta leyenda posee un origen distinto al resto debido a que Lope de Aguirre fue una figura que realmente existió en la isla (1530-1550) y que el pueblo transformó en leyenda pero con algunas particularidades que la distinguen de las más tradicionales.
El Tirano Aguirre era un espanto que pasaba cabalgando por las noches creando zozobra y pánico, para ello arrastraba unas largas cadenas que producían un escalofriante ruido a los habitantes del valle de Paraguachí. Recorría las calles pagando sus penas por todos los crímenes cometidos contra los Guaiquerí durante las primeras décadas del siglo XVI.

Pedro Rosas
Paraguachoa, diciembre 2019
PNFA Artes y Culturas del Sur. UNEARTE

Entre golpe, medio golpe, el golpe de Misericordia, los chimbángueles y las requintas afinan su tumbao

¡Ajé, ajé, ajé, bendito, ajé!, otra forma de nombrar a un Santo que traspasó las líneas diferenciales humanas y forma parte de un santoral católico, sin dejar de ser un santo de los negros, San Benito, el Moro, San Benito de Palermo, Benedicto el Africano, El Santo Negro. Las investigaciones antropológicas señalan que el culto a San Benito tiene sus orígenes en los procesos de mestizajes y sincretismos, nacidos de las contextos de dominación y hegemonía, producidos en Venezuela, a partir del siglo XVI en el occidente de nuestro territorio nacional. Su mito fundacional nos permite ubicar su génesis en el extinto pueblo de San Pedro, conocido hoy como “las ruinas de San Pedro”, éste se localiza entre  Gibraltar y Palmarito, en el municipio Sucre del estado Zulia, lugar que antes de la llegada de los europeos, fue poblado por los indios Bobures, Moporos, Tomoporos, este territorio como tantos otros en nuestro país y continente, fueron zona de explotación a través de la mano de obra esclavizada.

“Los negreros instrumentos viles-del capitalismo comercial –penetraban tierra adentro en  el continente africano, incendiaban las aldeas capturaban sus habitantes o los adquirían bajo rescate y encadenados con collares de acero y a látigo eran conducidos a la costa; el treinta por ciento moría en el viaje hacia el puerto de embarque, el doce por ciento en la travesía del Océano, y el cinco por ciento en el mercado. Los traficantes aprovechaban solamente el cincuenta por ciento y obtenían, sin embargo, fabulosas ganancias”.*

Allí llegaron hombres y mujeres del continente africano de tribus de origen Bantú, Congo, Baja Guinea, Loango, Mina, Yumbé o Younde, Camundá, Aschanti, Mandinga, Volo, Revolo (o Rebolla), Bambara, Malinké, Níger, entre muchísimas otras; con su carga cultural e idiosincrática, llegaron a nuestro país para extraer perlas, cuidar las haciendas, cultivar la tierra, cultivar cacao, tabaco, realizar el trabajo fuerte para el hombre blanco y pelear también sus y nuestras batallas.

 Hay indicios de que este Santo Negro fue traído por los Franciscanos en el 1600  a las  plantaciones del Sur del Lago de Maracaibo como forma de evangelizar a los esclavos africanos que hacían vida en estas tierras.
San Benito tiene el privilegio de transitar desde lo divino a lo humano en estas festividades que se ejecutan el 27 o 29  de diciembre, el 1 o 6 de enero, santo trasmutado entre la iglesia espacio cristiano y el pueblo, representado en los vasallos y sus chimbángueles el espacio pagano. Cruza, todavía, cinco siglos después el puente entre dos culturas y dos visiones del mundo religioso, uno el del blanco y el otro el del negro, dos rituales y dos concepciones  unificadas en un sentir por el Santo Negro.

 Benito Manassiere Larcan, nace el 21 de marzo de 1524, en San Fratello, en la provincia de Messina de Sicilia, ubicada en el monte Nébrodi, sus padres eran gente libre nacidas en África y llevadas como esclavos desde Etiopía a Sicilia, sus padres Cristobal y Diana al casarse decidieron no tener hijos esclavos como ellos, pero su patrón Don Manassieri, les prometió que su primer hijo sería liberto, allí nació San Benito de Palermo, hijo de esclavos quien entregó su vida a la caridad y a la contemplación espiritual, fue devoto de Jesús crucificado y de la Santa Virgen,  a los 20 años se consagra al servicio de Dios, en vida sanaba enfermos, después de haber orado con férvida fe. Y, hoy, después de su muerte sigue sanando enfermos y sustentando la fe del pueblo. Sus festividades se caracterizan por la participación de los vasallos de Chimbánguele y sus seis golpes de tambor: golpe Cantica, golpe Chocho, Golpe Aje, golpe Chimbanglero Vaya, golpe Misericordia, golpe San Gorongome Vaya, así como la danza ritual conocida como Giros de San Benito, que consiste en bailar dando giros alrededor de un palo de cintas, tejiendo y destejiendo, de frente al Santo, este baile es ejecutado en nuestros andes merideños.
 En Mucuchíes mientras danzan agitan una maraca con la mano izquierda y chocan sus bastones y golpean el suelo con ellos. En Trujillo, se inicia con un rosario cantado junto al pesebre y al Santo y se realizan  la gaita, el juego de la Botella  y la Ofrenda como ceremonias al Santo Negro. Para algunos todo inicia con una promesa al Santo, la cual debe ser pagada si el peticionario no quiere aventurarse a ser castigado y pasar a la otra vida, vagando como alma en pena y espantando a los vivos con sus lamentos.

En Bobure, por ejemplo, para llegar al día de la festividad el 1 de enero, los devotos tienen tres encuentros o ensayos: uno que se produce el primer sábado de octubre, por la noche ensayan frente a la iglesia, pero el santo no sale, allí tocan y bailan; el segundo ensayo de obligación se produce el 31 de octubre en la víspera del día de todos los santos y el tercer chimbánguele de obligación se realiza el 7 de diciembre, víspera de la inmaculada concepción de María. El 30 de diciembre en la noche el santo sale en procesión, aunque la música que lo acompaña no es de chimbángueles, la ritualidad responde a la cristiandad europea, la música es luctuosa y la procesión se efectúa en silencio; luego regresa a la iglesia donde permanecerá  hasta el 1 de enero, fecha en que será llamado para la ritualidad pagana. El gobierno de la cofradía, junto a los chimbángueles asumen su rol  sacramental, pues los tambores llaman al Santo Negro, cuando San Benito sale de la iglesia, se debe tocar el golpe Ajé, el santo junto con su gente recorre el pueblo y en la tarde se acercan  hasta el cementerio para rendir tributo a los difuntos. Cerca de las diez de la noche el Santo vuelve a cruzar el puente tendido que une dos mundos y regresa a la religiosidad cristiana. Como dato final en la celebración del Santo Negro el sincretismo es tal que cada instrumento musical que se ejecuta posee su propia ritualidad sagrada: el botuto, la maraca, las flautas, requinta media, tambores hembras, tambores machos, el medio golpe, el cantante, el respondón, el arriero, el mayor. La musicalidad debe estar a la altura del Santo, sin ellos el rito no avanza, entonces quien toca cada instrumento debe saber hacerlo de lo contrario el santo no saldrá o entrará en la iglesia, los chimbángueles son el motor del culto. La figura del Santo ante sus vasallos es mucho más que un icono material, es un misterio sagrado que los trasciende.

  Brito Figueroa, Federico. La estructura económica de Venezuela colonial,p. 94.
El Troudi Haiman (2018) San Benito suena su tambor en Lo afirmativo venezolano, Patrimonio, Caracas
Suárez Carlos. (s/f) Los Chimbángueles de San Benito. Fundación de Etnomusicología y Folklore. Caracas
Investigación y reinterpretación de textos

Maury Valeria 
Paraguachoa- Isla de Margarita, noviembre 2019.
PNFA Artes y Culturas del Sur.
UNEARTE

¿Alguna vez has escuchado hablar sobre Areitos?

Esta manifestación existió en nuestro continente, previo a las invasiones Europeas e inicio de la modernidad. Podríamos decir que es la máxima expresión de la cosmovisión de los  grupos Arawak y Caribe que se encontraban en el Área circuncaribe, en ella convergen la música, el canto, la danza, la poesía, la pantomima, la expresión plástica, todo en una maravillosa representación teatral colectiva vinculada a  algún hecho social y profundamente ligada a la visión de integración del todo, donde el ser humano se encuentra en plenitud con lo existente en su mundo. Fernández de Oviedo los describe así: "No tienen otros monumentos históricos sino los areitos, ni hay cosa que más estimen. Estos pasan tradicionalmente de padres a hijos por vía de enseñanza y ejemplo, contentándose sólo con la palabra  y la falta de letras".

Areito es tradición oral, continuidad de la cultura, es un sistema que propicia la consolidación, cohesión e identificación grupal, la preservación de la memoria ancestral. Ramiro Guerra en Caliban Danzante, lo describe  como un tipo genérico de actividad colectiva de trascendencia, en la que intervienen todos sus elementos culturales, la música y sus instrumentos, el canto, la poesía y la danza, rigiéndolo todo con una fuerte actividad física, como refiere: “Eran ocasiones el mucho comer y beber hasta la embriaguez, acompañados por el uso de sus mejores plumajes, pinturas decorativas en el rostro y otras partes del cuerpo, constituyendo todo esto la expresión de su mayor gusto estético en materia de lucimiento personal”. De las Casas igualmente describe: Eran bailes de regocijo en donde se cantaban coplas,  "Danzan sueltos y trabados de las manos, (…) yendo y viniendo, en arco, en muela, adelante y atrás a manera de un contrapás, pasean, saltan, voltean (...) Era cosa de ver su compás. Así en las voces como en los pasos, porque se juntaban trescientos o cuatrocientos hombres, los brazos de los unos puestos en los hombros de los otros. (...) bailando y saltando y cantando todos juntos con tanto compás y orden que las voces y saltos y meneos de torsos no parecían sino una voz y saltos y movimientos de uno solo". Estos podían extenderse hasta el día siguiente o varios días, eran significativos en todas las actividades de grupo, desde el nacimiento, rituales de iniciación, matrimonios, épocas de siembra y cosecha, en la cacería, funerales, así como para prepararse para las guerras o en el triunfo después de la batalla. Poseían una  connotación poética, donde el romance y la estética femenina jugaron un rol muy importante, se podrían nombrar los areitos de Anacaona a quien López de Gomara la describe como “hembra absoluta y disoluta” cacica antillana,  que poseía  grandes dotes para la música y cuyo canto se encontraba rebosante de poesía. Fray Ramón Pane escribe sobre los Tainos de Haití “Lo mismo que los moros tiene comprendida su ley en canciones antiguas, por las cuales se rigen, como los moros por la escritura. Y cuando quieren cantar tocan cierto instrumento que llaman mayohabao, que es de madera hueco, fuerte y muy delgado, de un brazo de largo y medio de ancho. A su son cantan las canciones que aprenden de memoria; y lo tocan lo hombres principales que aprenden a tañerlo desde niños y a cantar con él, según su costumbre”.

Esta máxima, expresión de nuestros ancestros, pone en evidencia la continuidad e importancia de la tradición oral, modo de comunicación vivo que trasciende la historia. La participación del ser humano en comunión con todo lo existente en sin duda la razón fundamental de lo que somos hoy, la visión de continuidad como fuerza humana nos entrelaza a estas cosmovisiones, hilvanando el tejido de la vida nos encontramos cada vez más cerca de completar el circulo en la historia, volver al origen, reencontrarnos en un mismo ritual donde cada cual tiene su lugar de acción con las fuerzas  cósmicas,  con todo lo existente, siendo integración desde el grano más pequeño de arena hasta el astro más grande, el hermano sol.

Susana Díaz Aponte
Isla de Margarita, noviembre 2019
PNFA Artes y Culturas del Sur
UNEARTE